Un modelo de desarrollo sustentable requiere un adecuado manejo de las zonas con cobertura forestal, de manera que se garantice la conservación del patrimonio natural y la mitigación del impacto ambiental que históricamente la región Valles ha presentado respecto a diversas actividades extractivas, mismas que se manifiestan en diferentes zonas que presentan una alta tasa de deforestación. A nivel regional, la zona boscosa de Valles se extiende por alrededor de 1,211 km2, lo que representa el 22.6% del territorio; particularmente, los municipios de Etzatlán, Hostotipaquillo, Tequila y Tala tienen más del 50% de su espacio geográfico con cobertura forestal.
La importancia de implementar medidas específicas para posicionar este programa se debe a que la paulatina desaparición de la cobertura vegetal no solo merma el potencial de los recursos boscosos, sino que – por ejemplo –, desencadena o acelera los procesos de erosión del suelo, lo que, combinado con prácticas agropecuarias inadecuadas y cambios de uso de suelo, provoca la degradación del sustrato y atenta contra la sustentabilidad de los sistemas productivos. Así mismo, esta pérdida de bosques y la erosión de los suelos asociados, disminuye la capacidad de retención y almacenamiento de agua e influye negativamente en las condiciones climáticas locales y regionales, disminuyendo la calidad de vida de los pobladores de la región, afectando áreas de recreación, de calidad del aire, de los recursos hídricos y el ambiente en general.